Durante vacaciones padecí lo que llamo una "sequía literaria", tenía mucho tiempo libre, el cual dediqué en su mayoría a leer, dormir y salir con mis amigos. Muy por el contrario de lo que había planeado al terminar el ciclo.

Había desarrollado cierta fobia por la composición literaria, cada vez que consideraba era el momento propicio para escribir pasaba algo que me salvaba del tortuoso enfrentamiento al papel en blanco.

Y es que siento que estoy enamorada de la vida, de mis pasiones, de la comida y de un chico. Pero tanto enamoramiento estaba neutralizando todos esos estímulos, dejé de comer como lo hacía y, con la facilidad que tengo para perder peso como para recuperarlo, bajé 7 kilogramos en apenas un mes, también dejé totalmente de escribir y dibujar, no salía a correr en las mañanas, no me sentía capaz de hacer nada por mí misma...



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No sé si he logrado salir de aquel hoyo, aún sigo sintiendo lo mismo, una gran frustración que dilapida mi orgullo y devasta mis fuerzas, lo peor de todo es que lo llevo dentro, no me atrevo a decírselo. Me enfrasqué en un duradero periodo de ansiedad continua, que me impedía realizar mis actividades cotidianas normalmente.

¿Qué era lo que me estaba pasando?... sí tengo la respuesta: me estaba muriendo de amor, descubrí que el amor mata y que también te da la vida. Como no me sentía, ni me siento, capaz de confesarle lo que siento me senté en mi banquita a esperarlo, pero como ese momento nunca llegó, no sé si llegará, mi orgullo decayó, al no encontrarme con un hombre enamorado que sería capaz de luchar por lo que sentía y tomar la iniciativa.

Su ausencia me lo decía todo, en mi concepto de amor yace la idea de que si te ama quiere verte y si no es así, es porque no te ama. Justamente eso estaba pasando, estaba evitando verme, eso sí ... Hace algunas semanas no lo veo, eso me ha dado tiempo suficiente para imaginar todo lo que haría si lo tengo cerca, quisiera besarlo y lograr que me ame con un beso.

Tal vez hace algunos meses leer algo como lo que acabo de redactar me hubiera dado nauseas y probablemente, que digo, de hecho me hubiera mofado vilmente. La realidad actual es otra, soy romanticona, bobalicona y amo a un tipo "X" que no me corresponde. Yes, that it, He don't love me.

Conversé el tema con un par de personas de mucha confianza, las cuales me aconsejaron atreverme y decírselo, pero tengo que admitir que me siento demasiado cobarde como para hacerlo, creo que más puede mi orgullo y el miedo al rechazo.

POSDATA: Progresivamente estoy regresando a mi vida normal, estoy recuperando los kilitos perdidos, gracias mi querido padrino que practicamente me obliga a comer... a todos aquellos que me hicieron pisar suelo: Gracias.

Esto lo escribí hace algún tiempo pero resume mi sentir.

Saludos.