A veces pienso cosas sueltas. Mi mente se libera y llega a temas que revuelven ciertas cosas dentro de mí, algunas sin sentido, otras me dejan aprendizajes. Hay historias que es bueno revivir, siquiera un poco, encuentras lecciones que dejaste pasar, detalles.

Estas vacaciones de tesis no fueron nada de lo esperado, cuando estudiaba sufría porque me perdía muchas cosas: martes de cine, salidas con las amigas, tonear los jueves, etcs; así que esperaba en este mes libre tonear sin desenfreno, pero como la ley de Murphy, mi vida se detuvo o se puso lenta, pocas cosas salían y también bajaron las ganas de buscar vacilón. Me enterré en libros, series que hacía tiempo deseaba ver, de vez en cuando dormía con un fucker, pero ningún otro sobresalto.

Entonces tuve mucho tiempo para reflexionar, para aprender, muy al contrario de lo que me había planificado: avanzar mi tesis, empecé a escribir ensayos de cosas que se me ocurrían. Les hablaré de uno, "El eterno resplandor de una mente sin sentimientos", sí muy parecido a la película Eternal sunshine of the spotless mind de Michel Gondry, donde Jim Carrey nos sorprende con un performance inimaginado. En este ensayo intento comprender qué maldición rodea al amor, especificamente al estereotipo del amor, porque cada persona tiene uno, esa tendencia a elegir chicos con problemas mentales, chicas con problemas de baja autoestima, personas pesimistas, o personas dominantes; una y otra vez, aún a sabiendas de que eso nos hace mal, será el instinto protector, la inútil esperanza de que el amor lo puede todo, qué rayos es...

Oye, aunque no lo creas del amor y del desamor se aprende mucho, una vez un ex, sí el que estaba en otro continente, este sí que estaba bien viejo, por eso aprendí algo de él, me dijo que se podía aprender de todo, que no solo de lo vivido, también de experiencias de amigos, de todo se puede sacar algo. Entonces ahora puedo ver todo sin un enfoque emocional tan cargado y ser más objetiva y dejar el sentimentalismo a un lado y entender la lógica que guarda toda aparente ilógica. Una vez me dije, las personas nacemos para encontrar un par, pero luego me di cuenta que no es así, si no el complemento, sí esa chorreada que todos dicen, pero es bien cierto, somos un lego, somos partes completas y a la vez incompletas, andamos por ahí viviendo, sin saber que vendrá algo a completarnos. Pero hasta que llegue esa persona no es que nuestra existencia no tenga sentido, sí que la tiene, no olvides que somos completos (no en su totalidad) y debemos construirnos primero, hacer todo aquello que queramos hacer por nosotros mismos.

Entonces esa analogía del amor a veces es protección: inseguridad, tristeza: alegría, enfermedad: curar. Lo cual no es malo, malo es cuando genera dependencia, más allá de las relaciones amorosas, las personas nos ayudamos, como dice mi jefa, todos somos prójimos, no a todos nos unen vínculos tan poderosos, existe la remota posibilidad de que alguien necesite de uno y estemos ahí para ellos.

Retomando el ensayo, acaso estamos condenados a enamorarnos del mismo molde?, no digo de la misma persona, pero sí de personas parecidas, de que la atracción fluya cuando encuentras ciertos patrones ya conocidos en ciertas personas, no lo sé, quizás sí, a mí me pasa todo el tiempo, hay tipos de chicos que me enloquecen y en mi caso, siempre tan extrema y cambiante, me atraen los chicos calmados, estables, ordenados, con cierto (mucho) grado de locura encaletada, esa locura que solo yo logro liberar, que nace por mí y termina, no sé dónde, porque a estos chicos nunca los he podido conservar, necesito reinventarlos en mi mente una y otra vez, es como si me aburriera de ellos, de su paz, de su amor, pero en realidad no son ellos, es mi miedo a ser feliz, a ser merecedora de ellos. Algo en lo que, por supuesto, he y sigo trabajando, creo que es inevitable volver al patrón. "El mundo olvidando al mundo olvidado. Benditos los que olvidan aunque tropiecen siempre con la misma piedra".

Finalmente puedo decir que la idea no es escapar a la regla, ser la excepción, porque en realidad no existe nada de eso, amor es amor, pero es mejor ser conscientes de la persona con la que estamos, aceptarla tal cuál es, no esperar más, crecer juntos.