No encontré título para este post, me parece adecuado poner la fecha, porque solo voy a escribir acerca de cómo me siento hoy, es lunes, es triste, es doblemente pesado después de feriado largo, y quizás este sentimiento me deje de acompañar mediante pasen los días.

Me he dado cuenta que los años pasan y en efecto no solo me hago más vieja, si no más fuerte, cada dolor se va convirtiendo en un aprendizaje, cada vez la mochila pesa menos, cada vez perdono con más facilidad.

Si pudiera resumir nuestro amor en una palabra esa sería Amistad, eso es lo que me llevo de ti, de nosotros. Me enseñaste que el amor es también ser amigos y es mirarse a los ojos y sentirse segur@ de que eres capaz de pasar el resto de la vida con esa persona.

Hemos sido intensamente felices, en la cercanía, en la distancia, aunque en ocasiones la frustración nos invadía, hemos querido ser fuertes, intentamos luchar contra la realidad, pretender ser ciegos, para no perdernos, sin aceptar que ya nos estábamos perdiendo. 

Y aunque te suene a contradicción esto que voy que decir, nos amamos y mucho, quizás más que muchos que están juntos (físicamente), pero tal vez como me dijo un amigo hace mucho tiempo, no estamos sincronizados, tú eres una bolita verde y yo una roja, qué podemos hacer para estar del mismo color? No lo sé y la verdad ya no quiero saberlo, hay preguntas que es mejor no hacer. 

Es mejor solo seguir, aunque duele sabes, mucho, demasiado... No haberlo intentado, acaso no luchamos lo suficiente? Yo siento que sí, contra todo, lo que nunca podré es luchar contra ti, porque somos del mismo equipo, recuerdas? Somos uno, o éramos... En fin. 

Tienes que saber además que me haces mucha falta por las mañanas, porque esa distancia era una relación, una extraña, pero nuestra y las mañanas era un momento esperado porque que iba a saber de ti después de horas, me hacía muy feliz.

Hoy no solo siento que extraño a mi amor, echo de menos también al amigo, al compañero, conversar de cualquier tema random y reírnos de la nada, hacer groserías a la cámara y por un instante ser felices, a pesar de la distancia, lo fuimos.

Lástima que tu amor por mí no fue más fuerte que tus miedos.